EL VACIO DE UNA VIDA, ES IGUAL A UNA DEPRESION

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Si tienes alguien en la casa con depresión, no cometas el error de señalarlo, rechazarlo, la depresión se da porque hay un vacío adentro y que el enemigo aprovecha para llenarlo de mentiras y cosas falsas. Qué duro y triste es lidiar con la depresión.

Una persona deprimida no está esperando un regaño ni siquiera está esperando un consejo. Una persona deprimida está esperando que lo amen, que le entiendan, que lo comprendan y a veces creemos que en una consejería va a levantar a la persona deprimida. ¡NO! Ahí no cabe consejería. Ahí cabe una ministración del amor de Dios, solo Dios puede llenar el vacío que hay en nosotros. Dios nos hizo para ser llenos en nuestro interior, nos hizo con necesidades, con sentimientos, con emociones; cuando esas cosas no son llenas comienza el vacío dentro de nosotros y de esas cosas se aprovecha el Enemigo para llenarlo de: pecado, vicios, pero cuando es lleno por el amor de Dios ninguna otra cosa es necesario, porque Dios lo llena absolutamente todo.

Debe y aprenda a buscar ayuda. Nunca cometas el error de cerrarte en esa condición, de enfrentar solo esa situación. El obstáculo más grande para pedir ayuda es nuestro orgullo y nuestra soberbia. El creer que todo lo podemos, todo es suficiente, que no necesitamos. Esto es orgullo y soberbia.

Entienda que tu único refugio es Dios, porque así como la depresión lo va encerrando en un refugio y una prisión invisible, debes aprovechar ese momento y esa circunstancia, para que ese sea el momento para comprender como nunca en tu vida que el único refugio en tu vida se llama Dios. Si se vale esconderse o refugiarse en esa etapa, en ese momento, es solamente en las manos del Señor. El refugio completo y perfecto para cada uno de nosotros. Dios que nos ama, declare su amor, que Dios lo levanta y lo anima. Aun cuando usted no sienta absolutamente nada, porque una persona con depresión no siente absolutamente nada.

Usted le puede hablar de la presencia de Dios, que alabe, que ore, que cante y se arrodille, no va a sentir absolutamente nada. Usted puede decirle que ponga música de alabanza y adoración las 24 horas del día, acuéstese y duérmase Poniendo alabanzas (no estoy diciendo que esto sea malo, es bueno) pero en una condición de depresión ni siquiera eso va a sentir, esa es la realidad de una persona deprimida. Por eso aun cuando no sienta nada confiese el amor de Dios, porque quizás sea yo el que no sienta o entienda nada pero el amor de Dios es irrefutable, inmutable y ahí estará por siempre, aun cuando yo no sienta nada. El que yo no sienta nada, no significa que el amor de Dios se acabó, el asunto está en nosotros.

Debes trabajar para cambiar tu manera de pensar. Porque el mayor ataque es en la mente de la persona, no es en otra área. Sí afecta el espíritu, el cuerpo, afecta todo en la depresión; pero el ataque central está en la mente de la persona. Por lo tanto, la batalla debe ser librada en la mente de la persona, aun cuando usted sienta completamente lo contrario, cuando sienta la derrota, el fracaso, confiese victoria, aunque usted no sienta absolutamente nada, es una lucha encarnizada en la mente. Romanos 12:12 «gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración» Debemos trabajar en la renovación y transformación de nuestra mente. Esto debe ser continuo en nosotros.

Si la batalla se hace tan fuerte en nuestra mente, debemos llevar nuestro pensamiento a la mente de Cristo. 2 Corintios 10: 3-5 Llevando nuestros pensamientos cautivos a la obediencia de Cristo.

¿Qué significa estar cautivo? En vez de que alguien te aprisiona, usted lo va a aprisionar en la mente de Cristo y en la palabra de Dios. Es forzar a su mente, es llevarlo cautivo a la obediencia de Cristo y a la palabra de Dios. Los pensamientos más dañinos, la que más destruye a la persona son las mentiras que albergamos acerca de nosotros mismos y de Dios negativamente.

Debemos quitar toda mentira sembrada en nuestro pensamiento. Porque cuando usted oye y analiza a una persona con depresión, todo lo que la persona confiesa son puras mentiras y esas mentiras no vienen de la palabra de Dios sino del enemigo. (Cuando uno está bien le cuesta entender bien a la persona).

Mentiras, como por ejemplo: No valgo nada, es mejor morirme, no vale la pena vivir más, nunca llegaré a nada, nunca me saldrá bien, nadie me ama, nadie se interesa en mí, mi situación es desesperante, mi única salida es la muerte, soy un total fracaso, la vida es lo peor que me ha sucedido, nadie me puede ayudar, una persona en depresión, ese es su lenguaje. Debe desaparecer todo esto de nosotros.

Diga: «Padre, yo quito de mí toda mentira, que el enemigo ha puesto en mi mente, toda mentira que me ha hecho creer, de que yo no valgo nada, es cancelado en el nombre de nuestro señor Jesús. Porque yo valgo mucho, valgo a través de la Sangre de Cristo, llegaré, al lugar que Dios ha determinado para mí, nada me va a detener, yo conquistaré, yo poseeré, mi destino en Dios, llegaré, hasta lo último que Dios me va a entregar. El enemigo no me robará nada, yo tomaré, lo que mi Padre me ha entregado, por heredad como hijo que soy en el nombre de nuestro señor Jesús. Toda mentira quito de mi vida, no soy un fracasado, la vida vale mucho para mí y todo lo que yo hago y emprendo, saldrá adelante, en el nombre de Jesús, Amén!»

Cuando uno estudia el tema de la depresión, en la Palabra vamos a encontrar inclusive hombres de Dios se han deprimido, es ahí donde uno tiene que entender, que un cristiano también puede deprimirse. Como en el caso de Elías: acababa de vencer a todos los falsos profetas de Baal, una gran victoria en el Monte Carmelo, inclusive mandó a matar a todos los falsos profetas, vio la Gloria de Dios, cayó fuego del cielo, pero Jezabel cuando se enteró que Elías había matado a los profetas, ella lanzó nada más una amenaza, al día siguiente, y ¿qué pasó con el profeta Elías? Comenzó a huir después de la victoria, a tal punto de meterse y encerrarse en una cueva y confesar, desear la muerte, se deprimió el profeta Elías.

Uno de los hombres que más se deprimió no fue el profeta Elías, fue el Rey David: Cuando usted lee en el libro de los salmos, usted va a encontrar orando siempre a David. «Señor mis enemigos se han levantado, ten piedad de mí», David continuamente se deprimía. El Salmos 38 están relatados todos los síntomas y la lista de la depresión:

  • Salmos 38:3 «Nada hay sano en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado» David se sentía enfermo. ¿Era enfermo? ¡NO!, Continuamente se queja de enfermedad la persona que se deprime; aunque no tiene nada pero siente que le duele algo.
  • Salmos 38:4: «Porque mis maldades se acumulan sobre mi cabeza; como carga pesada me abruman» Usted descubre aquí, que hay culpa, desesperación, en el corazón de David uno de los síntomas de la depresión
  • Salmos 38:5-7: «Hieden y supuran mis llagas a causa de mi locura. Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día, porque mis lomos están llenos de ardor; nada hay sano en mi carne». Hay irritabilidad, mínima tolerancia, frustración, tristeza, pérdida del apetito, todo está relatado en estos versículos.
  • Salmos 38:10: «Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, y aun la luz de mis ojos me falta ya» Hay pérdida de energía, ya comienza a perder la fuerza, la actividad cada vez es menos.
  • Salmos 38:11: «Mis amigos y compañeros se mantienen lejos de mi plaga, y mis cercanos se han alejado» La gente como que se aleja, los `cercanos’ eran su familia. Eso es lo que sufre una persona con depresión. Sus seres queridos comienzan a alejarse.
  • Salmos 38:12: «Los que buscan mi vida arman lazos, y los que procuran mi mal me amenazan y traman engaños todo el día». Pensamientos negativos.
  • Salmos 38:17: «¡Pero yo estoy a punto de caer y mi dolor está delante de mí continuamente!» Otra traducción: estoy a punto de morir. Pensamientos de suicidio. David sufrió depresión muchas veces, y este salmo relata completamente, la condición, el estado, de una persona que sufre de depresión.
  • Salmos 38:15: «Porque en ti, Jehová, he esperado, tú responderás, Jehová, Dios mío» Cuando uno cae en la desesperación, debe aprender a esperar en Dios, ¡No te desesperes! No te encierres. No caigas en la depresión. Espera en Dios y Dios lo hará. No importa que pase una semana, un mes, un año y usted no vea cambios – ¡Espera en Jehová y Jehová lo hará! Si algo le dio la victoria a David, fue que esperó en Jehová, en medio de su desesperación él aprendió a esperar en Dios y Dios lo hizo y Dios lo hará.
  • Salmos 38:22: «¡Apresúrate a ayudarme, Señor, salvación mía!» Una oración de desesperación, pero ya no por el problema, ahora está desesperado para que Dios intervenga, hizo a un lado a la desesperación, su dolor, su sufrimiento. A Dios nunca se le sale de las manos, Dios lo hará.

En Dios está nuestra fe, nuestra esperanza, nuestra salvación. Cuando vengan  problemas, seremos más fuertes en el Señor.

Que tengas un excelente día javier.alor@outlook.com

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