LA CUEVA DE ADULAM

LA CUEVA DE ADULAM

«Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.» 1 Samuel 22:1-210300898_725264200852867_2736069740777263396_n

Lo que significa estar huyendo, estar perseguido por alguien más fuerte que tú. Tal vez estarías deprimido, angustiado, sintiéndote solo y abandonado. Probablemente pensarías que Dios se olvidó de ti. ¡Y para completar ahora vienen buscándote 400 personas con problemas peores! ¿Qué clase de ánimo podrías recibir de ellos? 400 endeudados que solo piensan en que lo han perdido todo. 400 afligidos cuyo corazón ya no encuentra razones para seguir adelante, que tal vez solo quieren compasión. 400 amargados que solo saben quejarse de la situación. ¡Y te hacen el jefe de ellos! ¡Soy el Jefe de los endeudados, afligidos y amargados! Dijo David…. como si no tuviese problemas, ahora tengo 400 que creen que yo los puedo ayudar…

Si tú tuviera que escoger un ejército para defenderte, Tú no escogería unos de afligidos, endeudados y amargados. Definitivamente no sería buena idea. Si tú estuviera deprimido no buscarías a otros que estén iguales o peor que tú. Buscaría a unos que tuvieran mejor ánimo. Que nos dijeran que no hay problemas que no se puedan solucionar.

Pero Dios usa medios que no entendemos para mostrarnos su poder. Es aquí, en la cueva de Adulam, donde se forman los valientes. ¿Quién iba a creerlo? Pero fue cierto. La biblia dice en 2 Samuel 23:13-17 «Y tres de los treinta jefes descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David en la cueva de Adulam; y el campamento de los filisteos estaba en el valle de Refaim. David entonces estaba en el lugar fuerte, y había en Belén una guarnición de los filisteos. Y David dijo con vehemencia: ¡Quién me diera a beber del agua del pozo de Belén que está junto a la puerta! Entonces los tres valientes irrumpieron por el campamento de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta; y tomaron, y la trajeron a David; mas él no la quiso beber, sino que la derramó para Jehová, diciendo: Lejos sea de mí, oh Jehová, que yo haga esto. ¿He de beber yo la sangre de los varones que fueron con peligro de su vida? Y no quiso beberla. Los tres valientes hicieron esto.»

De 400 hombres valientes que habían sido endeudados, afligidos y amargados, encontramos en esta escritura a tres valientes capaces de entrar hasta los más profundo del campamento enemigo? ¿Qué fue lo que hizo que hombres que creen que no valen nada puedan lograr grandes hazañas? ¿Qué fue lo que pasó en la Cueva de Adulam que cambio la manera de vivir de estas personas?, lo que puedo decirte que el rey David fue el hombre con su vida y testimonio como amar a Dios hizo posible que esos 400 hombres fueran diferentes y llegaran a conocer a Dios y convertirse en valientes que lograron grandes victorias.

La palabra de Dios dice: 1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. 2 En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos. 3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. 4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 6 Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. 7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. 8 Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. 9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1 Juan 5 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Que tengas un excelente día javier.alor@outlook.com

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