EL CHISME
Proverbios 16:28 leemos lo siguiente: «El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos».
Dicen que el chisme es natural en los seres humanos, aunque estudios prueban que su impacto es mayor al que se cree.
¿Se ha enterado de historias falsas sobre su vida, o de secretos que reveló «confidencialmente» a personas de confianza? Son chismes -sería su respuesta- pero es un asunto que no debe tomarse ligeramente. En México, como en otros países, el chisme es una forma de violencia que puede causar serios problemas a quienes lo padecen. En algunos casos es utilizado como mecanismo de control social, discriminación por preferencia sexual o sometimiento de género, especialmente contra las mujeres, explica a BBC Mundo Verónica Vázquez García, investigadora del Colegio de Postgraduados.
«En México cuando las mujeres se organizan para tener proyectos como salir de casa, reunirse, viajar o hablar en público un mecanismo de control es empezar a hablar mal de ellas», cuenta. «Se dice que no trabajan, que buscan hombres, que son infieles. Muchas se retraen y vuelven al espacio privado para que se deje de hablar». El chisme como instrumento de violencia ocurre en todos los niveles de las sociedades, aunque existen sectores que son particularmente vulnerables como los adolescentes y las mujeres de comunidades rurales.
ARMA MORTAL
La investigadora Vázquez García ha hecho varios estudios sobre la relación del chisme y la violencia de género, así como sus efectos en estudiantes de la Universidad Autónoma de Chapingo. A la escuela, que ofrece sobre todo carreras relacionadas con la agricultura, asisten estudiantes de casi todo México lo que permitió al equipo de la investigadora tener un panorama más extenso del país. Como parte del estudio se aplicaron varias encuestas. Uno de los resultados fue que los hombres y las mujeres son igual de chismosos.
Y también, como en otros espacios, esta práctica puede convertirse en un mecanismo de sanción, algo que otros investigadores han encontrado en varios países. Las víctimas del chisme pueden sufrir depresión, baja autoestima o problemas de adaptación, pero en sociedades fuertemente religiosas pueden tener consecuencias mayores.
«Verónica Vázquez, investigadora Colegio Postgraduados» «Se empieza a decir que tal chica tiene novio y el padre no lo permite. A estas chicas las pueden hasta matar», advierte Vázquez García. De acuerdo con investigadores y organizaciones civiles, los chismes pueden orillar a algunas personas a quitarse la vida. En México no hay estadísticas del número de suicidios cometidos por esta causa.
PODER
El contenido de los chismes es tan variado como temas aborden quienes los difunden, aunque los estudios han mostrado una mayor tendencia a intercambiar asuntos de índole sexual, apariencia física o desempeño profesional. Algunos investigadores afirman que el chisme es además un factor necesario para el buen funcionamiento de las sociedades.
Más allá de las opiniones negativas que pretenden dañar a algunas personas -una variante del chisme-, en algunos casos es un mecanismo para compartir información privilegiada que, de otra forma, no sería posible obtener.
«FERIA EN MÉXICO»
Eso ocurre, por ejemplo, en instituciones donde no existen reglas claras de funcionamiento: la falta de comunicación interna se sustituye por las versiones contadas en pasillos. En otros casos, compartir datos que sólo unos cuantos pueden conocer permite crear grupos cohesionados, que incluyen en la vida de quienes les rodean. «Se inserta en un mundo donde se ejerce poder. La sociedad está regida por relaciones de poder, y entonces puede ser una herramienta para aplacar o reproducir estereotipos, por ejemplo de orientación sexual o roles de género. Es cuando se vuelve violento.», explica la investigadora.
El tema, entonces, va más allá que comentarios bien o mal intencionados, e incluso podría decirse que en México como en otros países, se parece a un conocido refrán popular: el chisme no es como lo pintan.
EL EFECTO DEL CHISME Y EL ENGAÑO DEL CHISME
Se encuentra en Levítico 19:16 donde dice: «No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.»
El chisme no agrada a Dios, el chisme no es bueno para el chismoso ni para el que es víctima del chisme. Por eso Dios ha condenado el chisme diciendo: No andarás chismeando entre tu pueblo. Es un mandato. Mucho bien nos haría enmarcar este mandato y colgarlo en alguna pared de nuestra casa o en nuestro lugar de trabajo o inclusive en el templo donde se reúne la iglesia, pero mucho mejor nos haría si dejamos que este mandato se grave en nuestro corazón.
Me parece muy interesante la vinculación entre el chisme y el asesinato en el texto que acabamos de leer. Ponga atención, lo leeré nuevamente: No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. El chisme, es un atentado contra el carácter del prójimo. Cuántas veces no habremos causado grave mal contra el carácter de nuestro prójimo, mediante un chisme que salió de nuestra boca. Debemos tener mucho cuidado con los chismes.
Por último consideremos la erradicación de los chismes. ¿Desea erradicar el chisme de su vida? Si lo desea, le sugiero que dé los siguientes pasos.
UNO: reconozca y admita que el chisme es pecado. No hace falta ser un genio para determinar que Dios cataloga al chisme como pecado. Por algo dice la palabra: No andarás chismeando entre tu pueblo. No excuse su pecado de chismear, no lo disfrace diciendo que sus chismes son inocentes y que jamás ha intentado causar daño a alguien con sus chismes. No olvide que aunque Usted no quiera hacerlo, todo chisme tiene el efecto de indisponer a unos en contra de otros.
DOS: confiese a Dios el pecado del chisme. Confesar significa ponerse de acuerdo con alguien. Cuando confiese a Dios el pecado del chisme, Usted se estará poniendo de acuerdo con Dios en que es chismoso y que su chisme atenta contra Dios y contra el prójimo. No se vaya por la tangente justificando su chisme con cosas como: Es que no puedo evitarlo, o es que yo no divulgo chismes, sino solamente los escucho, o ¿qué puedo hacer si alguien viene y me cuenta un chisme?.
TRES: evite contar algo negativo sobre alguien cuando ese alguien no está presente. Si lo hace, estará chismeando.
CUATRO: cuando alguien venga a Usted con un chisme, de una forma muy amable, dígale: ¿Estaría dispuesto a decirme lo mismo que me está diciendo si la persona de quien me está hablando estaría aquí presente? Usted no se imagina como algo tan sencillo como esto es un efectivo cuchillo para cortar de un tajo los chismes.
No olvide que peca tanto el que propaga el chisme como el que oye el chisme. Para propagar un chisme, primero es necesario oír ese chisme. Lo mejor es cortar de raíz los chismes, evitando oír chismes.
Alguien decía El que chismorrea contigo de los defectos ajenos, chismorreará con otros de los tuyos. ¿Qué le parece? Que por la gracia de Dios su vida esté caracterizada por la ausencia de chisme.
Tú puedes decir «NO» sin tantas explicaciones, no tienes que inventar, mentir, justificar, fingir. Un «NO GRACIAS» debe ser suficiente ante cualquier invitación que prefieras no aceptar, la pregunta es ¿de dónde viene tanto miedo al rechazo y a decir mentira?, sabes de donde en no SER SINCEROS Y LEALES…
Que tengas un bonito día javier.alor@outlook.com